Derechos (in)humanos para todos
En un viaje en Metro escuchaba la conversión de dos adolescentes a cerca de la comunicación con extraterrestres y los encuentros en la tercera fase y asuntos así, y no pude disimular que pegaba la oreja para aprender, siempre para aprender, pero escuchando, empecé a divagar y a preguntarme por qué unos extraterrestres se van a comunicar con nosotros.
En el caso de que los extraterrestres se dieran una vuelta por Sol III, es decir, la Tierra, no tendría sentido comunicarse con nosotros si su mentalidad y su desarrollo son semejantes a los nuestros, los humanos, salvo con una evolución tecnológica que nos dejaría a la altura de la ameba.
Estos extraterrestres vendrían a la Tierra porque les haría falta algo de aquí, o recursos naturales, o colocar una etapa de reabastecimiento o completar un zoo galáctico, el caso es que si la Comunidad de Madrid les resulta el sitio más interesante para colocar las posaderas de sus platillos volantes, no tendrán ningún reparo en meter sus tuneladoras, arrancar lo que le moleste y exterminar a esos 6 millones de humanos repelentes que les molestan, es más, si algún puñado mas de humanos les molesta, no me extraña que usen su matarratas (matahumanos) y seguir a lo suyo, alguno se podría salvar y encerrado en una jaula hacer las monerías pertinentes a los ojos saltones del espacio a cambio de la gracia de la vida y un puñado de pienso sintético; “humano: ¡salta!” “”humano: ¡la patita! “humano: ¡hazte el muerto!”
Los seres humanos, a la hora de hacer una autopista a través de una montaña, lo único que tenemos en cuenta es en comunicar un pueblo con otro, sin importarnos en que al arrancar los árboles, estamos destruyendo la vivienda de miles de aves y mamíferos que en ellos anidaban, es más, alguna familia estaremos exterminando, que estamos destruyendo conejeras, toperas, y sus habitantes mismos; que reventando las rocas estamos reventando los nidos de rapaces y los escondrijos de ungulados; no nos importa el destrozo que hagamos a otras especies con la que compartimos el planeta con tal de tener una autopista mejor donde dar rienda suelta a nuestro 110 caballos de potencia y matarnos contra un poste tras celebrarlo con unos cubatas.
No nos paramos a pensar en los derechos de los animales.
Aunque, afortunadamente, se empieza a ver movimientos en pro de los derechos de nuestros hermanos los primates; y alguno pensará que es una barbaridad, que si los derechos humanos son naturales a la humanidad y exclusivamente de ellos, que si no tienen alma y patatín patatán, (como hasta hace pocos siglos se decía de indios, y de negros por ejemplo).
Si consideramos como humano (que lo es) al Autrolopithecus, según la iglesia le tenemos que dotar de alma, según los naturistas (yo reconozco que soy positivista(*)) el tenemos que dotar de derechos humanos innatos; y si comparamos el Austrolopithecus con el chimpancé actual ¿vemos diferencias?. Es mas, si comparamos el comportamiento de cachorros de gorila, orangután y humano en los dos primeros años de vida, su desarrollo cerebral e intelectual es muy muy semejante, ¿quiere esto decir que orangutanes y gorilas no tienen derechos? ¿los niños hasta los dos años carecen de derechos (y de alma)?.
Debemos empezar a respetar derechos “humanos” a otras especies lo suficientemente inteligentes como para respetárselos, al igual que las tribus indias y africanas respetaban los territorios del coyote, del león, del puma, del gorila, del cocodrilo o del caimán.
Debemos resetear no solo la vida de otras especias con la que compartimos Gaia, sino su entorno, los animales deben tener derecho a la propiedad de sus entornos, y los humanos ni pinchamos ni cortamos en su casa: Debemos procurar cauces de comunicación muy instintivos para ello: dejar a los gorilas en su montaña, a los orangutanes en su selva, a los delfines en su caladero, a las ballenas entre el meridiano “x” y el paralelo “y”. Y no solo no meternos los unos con los otros, sino intentando que sus habitas no se alteren, que sus especies vegetales se conserven, su aire este limpio, su agua pura, su temperatura constante.
Si conseguimos tener un planeta equilibrado y compartido entre las distintas especies, y poder comunicarnos entre nosotros, y respetarnos (la comunicación empieza con el respeto) quizá cuando oiga una conversación en el Metro acerca de unos hombrecitos verdes intentar comunicarse con nosotros, no me parezca una fantasía de adolescentes.
(*) Positivista: los derechos son un invento que hemos creado porque nos hacía falta para vivir en sociedad, no son naturales e innatos como el hígado, el páncreas o las piernas; sino invenciones como el automóvil, los ordenadores o la rueda, para poder convivir
6 comentarios
niky -
=D
niky -
te cuento, yo tambien estoy muy liada con lo de la uni, pero he conseguido sacar tiempo para publicar una cita diaria. =D
tu comentario, te contesto aqui, va ?? queme pilla mas a mano...
--lo del vaso medio lleno y medio vacio, pues yo lo habia oido con una botella... XDD pero si. el libro ese, vere si le encuentro y me le leo (espero que no sea un toston, eh??), porque si tu me lo recomiendas, pues supongo que sera interesante.
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Un optimista piensa que éste es el mejor de todos los mundos posibles. El pesimista tiene miedo de que eso sea cierto. Ralph Waldo Emerson.
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. Winston Churchill
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Por cierto, cuando quieras, puedes recoger el premio ;)
PD: ¿por que no me funcionan los tags html? ¿o es solo en la vista previa? (la otra vez me funciono)
Una madrileña -
Pero unos besazos si te mereces, muuuuuakis.
niky -
niky -
respecto a tu post, pues esperemos que no se les ocurra venir por aqui... o que si lo hacen, no sean de borricos (con perdon para los burros) como nosotros... porque si no, lo llevamos claro.
PD: te paso el link de mi nuevo blog: en mi nick.
=D
Alberto Zambade -
Ya me dirás cómo se consiguen obtener estos derechos innecesarios y discriminatorios que lo hacen ser a uno especial.
Buen artículo amigo...